diferencias sociales

Las desigualdades de Brasil

En el año 2015 el Banco Mundial estableció el ranking de los países más desiguales del mundo, entre los primeros 10 lugares se encontraba Brasil; entre otros cuatro países del continente americano. Es necesario señalar que la desigualdad es la manera en que se distribuye el ingreso medio y no es sinónimo de pobreza, puesto que el porno carioca da mucho dinero. Es decir, puede haber países como Brasil, que tienen un alto ingreso pero que también tiene elevados índices de desigualdad.

La mayor economía de América Latina, aunque ha disminuido los índices de pobreza, ha demostrado un aumento de la desigualdad, la nación carioca se encuentra en el octavo lugar de los 10 países más desiguales del mundo. Tan solo en el año 2012 el 5% de los ricos percibían el 44% del ingreso total, esto sin tomar en cuenta que Brasil es uno de los países con más evasión de impuestos xxx en el planeta.

Condiciones actuales de la economía brasileña

Según el índice de Gini (donde 0 es igualdad total y 1 es la mayor desigualdad) Brasil tiene un índice de 0,498 de desigualdad. Más de 50% de la población brasileña recibe el sueldo mínimo, y otro 15% de los cariocas reciben menos que eso. La región carioca fue recientemente epicentro de protestas durante la Copa Mundial de Fútbol, entre otras razones, por la desigualdad que afecta al país, considerando que 36% de estos trabajan más de 44 horas a la semana. No es una sorpresa para nadie que además de la desigualdad, el Brasil de los últimos años ha descendido 20 puntos en materia del Desarrollo Humano según lo establecido por la ONU. En el último par de años el Producto Interno Bruto (PIB) del país ha tenido caídas considerables, en el año 2016 bajó 3,6%.

Los expertos indican que Brasil está viviendo una serie de transformaciones culturales y sociales al tener una economía que se ha visto influenciada por escándalos políticos como el de PetroBras, en el que está involucrado el ex presidente Lula Da Silva y que significó la destitución de la presidenta Dilma Russeff en el año pasado. De esta manera podemos observar a una nación que comprometió su economía debido a grandes gastos como la organización del la Copa Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos Río 2016 y, que sus consecuencias sobre la población que se sentía excluida fueron determinantes para los disturbios que se produjeron durante los días en que se efectuaron los eventos mencionados.

Es así como podemos afirmar que la desigualdad social en Brasil ha determinado los eventos más importantes de su historia deportiva. De esta manera entendemos que la desigualdad social ha sido un fundamento en las reacciones protestantes de la población brasileña. A pesar de que hay grandes fuentes de ingresos, parece que no cuentan con una manera eficiente de gestionar los recursos.